La casa del Cor
Mi madre no llegó a disfrutar de la casa. Cuando se fue, yo andaba más que liada en su construcción, como en una carrera con un fin. Y el fin llegó cuando ella se marchó y todo lo material dejó de tener sentido. La casa para una huérfana, en realidad dos, hizo su magia. Ella dejó una pieza fundamental para que esta se convirtiera en un hogar que cobija; su nombre. Muchas veces damos por hecho, lo hecho y no su significado. Muchas veces tantas prisas nos hacen olvidar lo único importante que hay en esta existencia terrenal. Ahora de bien seguro sé, que hay otras existencias y que estas, no son, de estar, a pie de tierra. En los pueblos se estila el prefijo Ca para dar nombre a las casas, y ella le puso Ca´lamor. Su sutil ironía acompañada de una sonrisa, me hizo saber que era por mí. Yo bromeaba por el doble sentido que el juego de palabras ofrecía. En una sociedad perdida, sumado a ser unos nuevos venidos (nouvinguts en catalán) un mal entendido causa problemas; yo y mi marchito...